LLEGÓ UN CUATRO
POEMA AL COMANDANTE
Por Manuel Eduardo Vargas
Recibido a nuestro mail: 2015 09 08
Llegó un cuatro y se nos fue un cinco, llegó un febrero y se fue a visitar rumbos nuevos un marzo, llegaste a las once de la mañana y en un minuto y once segundos, con tus ciento setenta y nueve palabras te diste a conocer, trayendo la buena nueva a los que siempre éramos los primeros en perder las esperanzas aunque éstas son las últimas en perderse y cambiaste de escenario y a las cuatro y veinticinco de la tarde cambiaste de ropaje y te fuiste por esas alturas con Bolívar y Zamora , con el Che y Martí, con Lina y Samuel, con la Mama Rosa.
Ahora andas haciéndole la competencia a Bolívar en lo que dijo Neruda; todo lleva tu nombre y te convertiste en millones, en leyenda y mito, en relato y novela, y tu nombre y tu firma están en los edificios, en los trenes, en los campos deportivos, en las casas, en los libros, en las fábricas, en los liceos, en las escuelas, en las universidades, en los hospitales, en los cuarteles, en las carreteras, en los cuentos y fábulas, en el pensamiento de muchos de los que te odiaron, que confirmaron que del amor al odio hay un paso, en verdad que todo lleva tu nombre, estas en el cielo y en la tierra, en el agua y en el fuego, en el aire y la madera, en los cinco elementos, arriba en tu cuartel desde donde te conocimos, con tu flor de los cuatro elementos para que desde allí veas florecer la nueva patria bonita y la de nuestra América, con el fuego sagrado que te alumbra el camino de los grandes ideales de nuestros Libertadores, el viento libre e indómito para que la patria navegue con buen viento y buena mar, la tierra el granito de Guayana nuestro granito nacional que nos evoca la dureza y la firmeza de nuestros ideales del escalón más alto del ser humano, el ser revolucionario, el agua que brota como fuente de beber de tu firmeza y temple.
Fuiste breve desde ese cuatro de febrero hasta tu partida pasaron veintiún años un mes y siete días, pero desde tu nacimiento hasta tu partida pasaron cincuenta y ocho años siete meses y veinte y dos días, que contradicción para los que te odiaban fue una eternidad que aún persiste y para los te amaban y te aman fuiste brevísimo como todo lo bueno de esta vida.
A decir de Séneca todo lo bueno es breve, por eso te tuvimos muy poco tiempo, mi estimado gigante (parafraseando a tu hija). Si lo medimos en horas llegaste a las once de la mañana y te marchaste a las cuatro y veinticinco de la tarde, ¿por qué no se podrá detener el reloj aunque se le rompan las agujas?, la relatividad de Einstein nos confirma lo breve que te tuvimos. Pero si lo medimos con días, llegaste un cuatro de febrero e hiciste maletas un cinco de marzo, solo veintinueve días con nosotros, pero tengo una duda ¿quién iba más rápido o más cerca de la velocidad de la luz? Aclarada la duda tu ibas más rápido, siempre vas más rápido, siempre dos o tres pasos por delante del caos a decir del Che, nosotros nos quedamos en el tiempo y cuando vuelvas no solo diremos “volvió, volvió, volvió”, sino que seremos diez veces más viejo por la relatividad, entonces diremos que fue verdad que hablaste con Bolívar y los tildaron de locos, bueno a todos los grandes de la historia de la humanidad los han llamado locos. ¿Esperaremos cien años más para tener otro loco? Y el de Nazaret, el de Galilea lleva más de dos mil años y aún se le espera. ¿Y será verdad que viene enojado? ¿Ya se habrán reunido y qué estarán tramando? ¿Será que en Marte hubo capitalismo? ¿Y la banderita en la luna los chinos no la han conseguido? Son varias incógnitas que ni Newton, ni Galileo, ni Einstein podrán resolver, en cien años más que no sean de soledad.
Cuando vuelvas habrá gente en este planeta, dispuestos y con herramientas suficientes y necesarias para resolver los misterios ocultos, sociales y morales, cuando vuelvas se abrirán las grandes alamedas de tu legado humanista y el país, la región, el continente, todo el hemisferio, el planeta entero, la misma humanidad dirá gracias mi comandante.
Hay algunos partidos pensando seriamente en descartar a Descartes por aquello de que “Pienso luego existo”
HAY SANGRE LILIAN, HAY SANGRE
Por Ángel Martínez Niubó*
Recibido a nuestro mail: 2016 01 22Mucho se habla por estos días de Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, uno de los líderes (mejor cabecilla) de la oposición venezolana. Leopoldo está encarcelado pues se le acusó de organizar, favorecer o propiciar las acciones de violencia ocurridas en febrero de 2014 en Venezuela. Es responsable de los hechos de terror que enlutaron a la sociedad venezolana y que causaron 43 muertos y 878 heridos.
Pero quizás debí comenzar señalando que Lilian Tintori es una mujer hermosa y que esto articula perfectamente con el discurso melodramático que sobre ella y su esposo, intenta tejer la prensa opositora venezolana. Lilian Tintori es atractiva, joven, tiene dos hijos, durante años practicó deportes y condujo además programas infantiles en el país suramericano. O sea: todo lo que necesitaban: una bella mujer, unos hijos, un padre preso... y listo: a tejer toda una historia de anillos, sufrimientos y esperanzas. Eso hace hoy la prensa de la oposición en Venezuela. E incluso hasta exportan esa imagen de ternura y sufrimiento. Es una historia de amor cuidadosamente “enlatada” sólo que, no han logrado ocultarlo: los envases van cubiertos de sangre.
Lilian Tintori cometió el mayor desliz de su vida en mayo de 2007 cuando se casó con Leopoldo López. Quizás hoy no lo vea así. Pero un día –porque la belleza pasa – será una ancianita y repasará sus años sentada en un portal (aunque quizás los ricos no se sientan en los portales). Para ese entonces Lilian verá demasiada agitación en su existencia y reconocerá –quizás muy tarde- que si algo hay tan importante como el amor, es la paz. Lilian Tintori no tendrá paz porque las muertes que hay sobre su esposo no la abandonarán nunca.
Pero volvamos a lo que hoy teje la presa opositora venezolana. Una y otra vez “retocan” el día en que Lilian y Leopoldo se conocieron y hasta dibujan a un Leopoldo de rodillas pidiéndole matrimonio. Sin dudas todo un melodrama. Pero hay más: Leopoldo le pidió –según esos medios- que se casara con él y además con Venezuela porque “casarse con él, significaría un compromiso con Venezuela”. Sin dudas un sainete demasiado meloso como para creerlo.
Y no sé si fue Leopoldo lo que llamó la atención a Lilian Tintori el día en que se conocieron; o si ella vio en él la posibilidad de convertirse en una figura pública de mayor relieve y sobre todo, con mejores dividendos. Ya lo dije, creyendo ganar el amor y la fortuna, perdió la paz y el sosiego para siempre. Lástima entonces que la Tintori –como dice el poeta- no se encontrara con un obrero (o con un poeta). Un día pensará en ello. Pero ya lo dije: será tarde en el tiempo.
Hace pocas semanas a Lilian Tintori se le ocurrió que su vida corría peligro... e incluso “consiguió” trasladar a sus hijos de Venezuela. ¿A dónde? A los Estados Unidos... Y he ahí un gesto, un destino, en el que se pueden hacer las más disímiles lecturas. No los llevó a Cuba –donde los niños viven en paz absoluta y en seguridad extrema- ni los llevó a Europa... Los llevó, como señalé, a Estados Unidos. Casi era lo mismo que los enviara a la embajada norteamericana en Caracas. Pero quizás resultaría demasiado evidente.
En fin, es mejor ver cualquier telenovela de doscientos capítulos que creerse la historia de Lilian y Leopoldo. Lo cierto es que en febrero de 2014 murieron 43 venezolanos y 878 fueron heridos. Esas muertes –y esa sangre- pesarán para siempre sobre el matrimonio López-Tintori.
La prensa opositora debería entrevistar a las madres, a las esposas, a los hijos de los fallecidos. ¿Por qué centrarse en Lilian y en Leopoldo? Ya lo dije antes, la orden es tejer el melodrama: la mujer bella, los hijos pequeños, el padre preso... Es conveniente para ellos olvidar las muertes.
Y lo siento por la Tintori, pero lo que soy yo creo en la belleza cotidiana. En la divinidad de la joven que ríe en cualquier parque de Caracas, o en la muchacha que camina las calles de Bolivia, o quizás en esas que sientan en el malecón habanero. Es la gracia que cura y fortalece. En Lilian hay zozobra e inquietud. En ellas magia y regodeo. No tengo dudas: a la historia de Leopoldo López y de Lilian Tintori le falta inocencia y –por mucho que quieran ocultarlo- le arruina la sangre.
Poco ha dicho la prensa opositora de los 43 venezolanos muertos ese día. Yo sé, por ejemplo, sobre Ramzor Ernesto, un joven de 36 años a quien su esposa no le vio llegar esa noche. Y sé de él porque son conocidas las palabras de su esposa cuando en acto público le dijo a la Tintori: “Tu esposo está vivo, el mío está muerto gracias al tuyo”.
Con toda seguridad, Lilian recibe cada día el guión de este penoso melodrama: Hoy te toca llorar en acto público. Mañana harás viaje a la Argentina, la semana entrante vas a los Estados Unidos, luego ofrecerás una conferencia de prensa... pero antes vas a la prisión e inventarás la historia de un registro o dirás que te desnudaron...
Así no Lilian. Todos conocemos los fabricantes de estos guiones y estamos al tanto de los productores de esta farsa. Así lo que logra la belleza es lastimar... porque la belleza es armonía, cadencia, afinación y proporción con lo mejor del alma. A ti te falta el equilibrio y le sobran los muertos a Leopoldo. Ya fuiste una buena deportista, y quizás hasta conducías con cierta prestancia. Pero eres pésima actriz... y eso duele, sobre todo cuando mientes e intentas esconder la culpa.
La derecha apuesta una y otra vez a sus guiones melindrosos y te ordena mentir, timar, embaucar a la opinión pública. Por suerte son ya muy pocos lo que se creen la historia del prisionero bueno y de la ingenua esposa. No Lilian. Hay dramaturgia y sangre. Dile al guionista que debe asumir la realidad. A estas alturas, cuando hay muertos y familias enlutadas, nadie se cree la historia del príncipe cautivo y la princesa hermosa. Hay sangre, Lilian, hay sangre.
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*Poeta y escritor cubano.
Ángel Martínez Niubó. Diplomado en Comunicación Social y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha publicado:
- El libro de los buenos locos (Ediciones Luminaria Poesía. 2000).
- Delirium (Poesía, Toledo, España, 2002).
- Todas las muchachas que me amaron (Poesía, Islas Canarias 2009, Ediciones Luminaria, 2005).
- Un libro de tanta soledad (Poesía, Ediciones Luminaria, 2006).
- Tras el olor de las muchachas tristes (Minicuentos. Ediciones Luminaria, 2009).
- Azules de Mar en Sombras (Poesía. Editorial Letras Cubanas, 2014).
- Luzángela. (Novela. Ediciones Luminaria. 2014).
PARA CHÁVEZ
Recibido a nuestro mail: 2018 03 12
De: Victor Bueno
Para:
Las lanzas sedientas
Y el campesino
Quiere ir a la capital
De vez en cuando
El peón saca cuentas
Y quiere hablar con el patrón
Porque está enamorado de verdad
Algunas veces las inquietas flechas
Se incomodan en el carcaj
Y la macana recuerda fiestas
Y quiere salir a pasear
A veces la indiación y la negramenta
Se ponen en huelga
Y la cansada tropa
Cae rendida sobre una piedra
Entonces el cura busca una virgen
El patrón financia una corraleja
El bufón se pone serio
Y el caporal se recuesta
Pero si las lanzas están hambrientas
Y no quieren arponear un pez más
Pero si gente honesta se quiere encargar
De saciarnos el vicio de papiar
Pero si entre la tropa hay un capitán de pueblos
Pero si el obrero trabaja igual cuando es dueño
Pero si el oficial y el subalterno se ponen de acuerdo
Pero si el orillero siembra igual cuando siembra adentro
Pero si las flechas siguen inquietas después de la fiesta
Pero si las osamentas aún recuerdan
Estamos metidos todos
En tremendo lio
Y el cobarde dirá que por buscar
Lo que no se nos ha perdido
Porque volverán las macanas
A romper cadenas
Y en la sabana bailaran las osamentas
Las noches de luna llena
Y por la pradera se regará una candela
Que incendiara a la américa entera
Y de las cenizas surgirá
La libertad de la humanidad
Para HRChF
Li Tao Po
VABM 5/Mar/2018
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